La Técnica Alexander
F. M. Alexander sostenía la indivisibilidad de cuerpo y mente, en el sentido en que cualquier suceso que ocurriera a nivel físico tendría su consecuencia a nivel psíquico o emocional, y a la inversa.
Solemos traducir situaciones emocionales conflictivas en tensión muscular, un dolor abdominal puede tener una causa mental, y de igual manera la liberación de algún músculo contraído puede originar un alivio emocional, es decir que cuerpo y mente interactúan entre sí, conformando de este modo un organismo psicofísico unido e indivisible.
Por lo tanto se suele definir a la Técnica Alexander como un método de reeducación psicofísica que va orientado a hacernos conscientes de los patrones y hábitos corporales, posturales y de movimiento que tenemos en nuestra vida cotidiana y que generan, de alguna u otra manera, el desarrollo de un uso inadecuado de nuestro organismo que poco a poco se ve afectado en su funcionamiento.
A través de las manos, el profesor de Técnica Alexander colabora en la detección de aquellos hábitos perjudiciales para poder generar nuevas experiencias y posibilidades de movimiento.
La Técnica es un medio para lograr mayor libertad física y de movimiento, quitar dolores, prevenir lesiones, mejorar el uso de la voz, reducir el estrés, mejorar la postura y la respiración y por sobre todo, crear nuevos hábitos saludables para optimizar cualquier actividad o profesión que se realice.