Cuando F.M. Alexander, en su época de actor Shakesperiano, recitaba o declamaba, solía quedarse sin voz. Después de unos minutos de actuar su voz comenzaba a agotarse hasta casi desaparecer. A fines del siglo XIX la amplificación no era todavía una posibilidad, por lo tanto Alexander padecía estos episodios de ronquera o disfonía muy frecuentemente. Luego de muchos años de investigación consigo mismo, Alexander descubrió que su problema “vocal”, no se circunscribía solamente a sus órganos de fonación, sino que cualquier desequilibrio en su musculatura generaban un impacto en su voz y en su respiración.
La Técnica Alexander surge entonces como una respuesta a una búsqueda de años de experimentación e investigación frente a un concreto problema vocal. A partir de allí las conclusiones fueron muy claras: frente a un exceso de tensión muscular no sólo el uso de la voz y la respiración se ven afectados, sino todos los mecanismos posturales. De este modo la Técnica Alexander comenzó a utilizarse en el trabajo con cantantes, actores, deportistas, músicos, y con cualquier persona cuya actividad se viera afectada por cuestiones de excesiva tensión muscular.
En la actualidad sabemos que la tensión muscular en exceso sucede en muchas de las actividades que realizamos, es por eso que cualquiera puede conseguir beneficios de la Técnica Alexander, incluso quien realiza actividades sedentarias como trabajar muchas horas frente a una computadora, o conducir un auto de manera cotidiana, o simplemente realizar tareas en el hogar. Todos realizamos tareas con nuestro cuerpo que, en mayor o menor medida, se ven interferidas al involucrar músculos que no son necesarios, incrementando así los niveles de tensión.
Ya que el canto es una actividad que involucra una gran coordinación muscular y respiratoria, generalmente se ve afectada por el uso de musculatura innecesaria para el fin de cantar. Es muy común ver en los alumnos de canto tensión en la mandíbula, en el abdomen, rigidez en la caja torácica, tensión en las piernas, hiperextensión en las rodillas, etc., y aunque el maestro de canto lo detecte, no son fáciles de erradicar ya que provienen del uso repetido y continuo de patrones aprendidos a lo largo de la vida.
Como profesor de Técnica Alexander puedo, no sólo detectar los focos de tensión, sino hacerlos conscientes para el alumno y promover el reemplazo de hábitos de movimiento o acción poco saludables por nuevos hábitos creados a partir de una profunda auto observación y conciencia.
Al mejorar la coordinación muscular total, el cantante descubre una mejor calidad sonora en su voz, un sonido que proviene de una mayor libertad muscular general, más facilidad de emisión, más capacidad respiratoria, y por supuesto mucho menos desgaste y fatiga vocal.
La Técnica Alexander es un maravilloso complemento en la formación de cantantes y es por eso que en la actualidad forma parte del programa de las escuelas de música y canto más prestigiosas del mundo, como Julliard School of Performing Arts, en Nueva York, Royal College of Music, en Londres, The Boston Conservatory of Music, The Royal Conservatory of Music, en Toronto, y en muchas otras universidades y escuelas en el mundo.
留言